El menor fue víctima de la picadura de un alacrán, un incidente que inició en Tarazá y terminó en un desgarrador desenlace a pesar de los esfuerzos médicos.
Todo comenzó cuando el niño fue picado al calzarse un zapato donde se encontraba el insecto, tras ser bañado por su hermana. Su madre, al notar la gravedad del caso, lo llevó a un centro de salud local, donde recibió tratamiento inicial.
Posteriormente, fue trasladado primero a Tarazá y finalmente a Caucasia, buscando atención especializada en la Clínica Pajonal.
Aunque el equipo médico atendió al menor de inmediato y estuvo en constante monitoreo, el estado del niño no mejoró. Finalmente, a la 1:00 a.m., se confirmó su fallecimiento, dejando consternados a sus familiares y a toda la comunidad local.
Un llamado de alerta: Este trágico incidente pone en evidencia los riesgos de la fauna venenosa en la región y la necesidad de reforzar la atención médica oportuna en estos casos.
Las autoridades investigan los detalles del suceso, mientras la comunidad lamenta la pérdida de este pequeño.
