Lo que manifestó la Fiscalía es que hay material probatorio por el uso ilícito de maquinaria pesada para la explotación minera, además del vertimiento de sustancias tóxicas a los ríos Nechí y Cauca.
“Los elementos de prueba dan cuenta de que dos gigantescas dragas recorrían las dos fuentes hídricas con el apoyo de excavadoras. Durante determinados periodos se instalaban en inmediaciones de Nechí, Caucasia y El Bagre, donde removían indiscriminadamente la tierra y el agua en busca del metal precioso”, expresó la Fiscalía.
Las capturas se dieron luego de diligencias en Caucasia, Nechí y El Bagre. Entre los seis capturados, dijo la Fiscalía, se contó quién sería el máximo articulador de estas operaciones. El hombre sería el propietario de la maquinaria incautada y de una empresa que permitía la explotación y comercialización de oro y platino.
Además de este, entre los capturados se contaron un extranjero, que se dedicaba a la operación logística de esta explotación irregular; la contadora de la organización, y un inspector de policía que habría violado la ley regresándoles maquinaria que previamente había sido incautada.
Entre los delitos que esta estructura podría enfrentar, según la Fiscalía, se cuentan concierto para delinquir agravado, explotación ilícita de un yacimiento minero, invasión de áreas de especial importancia ecológica, daño en recursos naturales y contaminación ambiental.
El inspector de policía fue imputado por los delitos de prevaricato por acción, prevaricato por omisión y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones. Los capturados fueron enviados a la cárcel como medida preventiva.
Finalmente, un fiscal de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio impuso medidas cautelares sobre los bienes identificados a esta red de explotación ilegal de oro; los bienes están calculados en $3.980 millones de pesos